PARA QUIEN MUEVE MIS BALDOSAS

He bostezado y de mi boca ha caído al suelo de baldosas de ajedrez, un bebe. No ha sido doloroso, le llamaré Ismael. Llora, duro golpe salivado. Le he abrazado fuerte y ha estrangulado su llanto, me ha sonreído y mirado con sus ojos huecos. Tengo un niño muerto, aunque yo aún no lo sé.

Tengo miedo de volver a bostezar, de escupir más carne infantil, pienso en la palabra y aprieto los labios. Me muerdo. Me chirrían los dientes. Me coso en un beso con el de al lado, me ahoga su lengua, él no se ha dado cuenta, pero tengo un niño muerto en los brazos. Le acaricia y a quién hace cosquillas es a mí.

No he podido evitarlo he vuelto a bostezar y de mi boca ha caído al sillón eléctrico, un camaleón. Ha sido doloroso, por ello no le llamaré. Escala paredes, ahora está en el techo al llegar al centro de la habitación se ha iluminado. Vuelvo a besarte. Y me desangro.

He bostezado y de mi boca ha caído ...

Hoy me he preguntado si soy feliz, supongo que no, no puedo parar de bostezar. Mi cabeza es una bombona de oxígeno. Lo que daría por respirarte de nuevo y explotar en mil pedazos.

La Imaginación (del latín imaginatĭo, -ōnis) es el ejercicio de abstracción de la realidad actual, supuesto en el cual se da solución a necesidades, deseos o preferencias. Las soluciones pueden ser más o menos realistas, en función de lo razonable que sea lo imaginado. Si es perfectamente trazable, entonces recibe el nombre de inferencia; si no lo es, entonces recibe el nombre de fantasía.

Rescato este relato que escribí mientras saboreaba un increible yogurt griego, no sé si merece formar parte del Club de los Imaginatio que amablemente mi admirado Lagarto me ha concedido, pero sí recuerdo aquello como un gran momento de abstracción; sensación similar la que me produce visitar su página, con esos señores de ojos redondos que viven en blanco y negro.

Quiero entregar placas a: (Porque disfruto mucho de la imaginación que poseen)

NominadoI

NominadoII