viernes, 19 de octubre de 2007



¿qué será de mí mañana?

Abro al azar el libro "Hombre Lento" de J.M.Coetzee y su página 179 nos responde:

La cámara, con su poder de absorber luz y convertirla en sustancia, siempre le ha parecido un artefacto más metafísico que mecánico. Su primer trabajo de verdad fue como técnico de cuarto oscuro; y su mayor placer siempre lo obtuvo trabajando en el cuarto oscuro. Cuando la imagen fantasmal aparecía bajo la superficie del líquido, cuando las vetas de oscuridad del papel empezaban a entretejerse y hacerse visibles, él experimentaba a veces un pequeño temblor de éxtasis, como si estuviera presente en el día de la Creación.

Esa es la razón de que, más tarde, empezara a perder interés por la fotografía: primero cuando llegó el color, y luego cuando quedó claro que la vieja magia de las emulsiones sensibles a la luz se estaba desvaneciendo, que para la nueva generación el encantamiento estaba en una techne de imágenes sin sustancia, imágenes que podían pasar rápidamente por el éter sin residir en ninguna parte, que podían ser absorbidas por una máquina y salir de ella manipuladas, falseadas. Entonces dejó de registrar el mundo en fotografías y transfirió sus energías a conservar el pasado.

¿Dice eso algo de él, esa preferencia innata por el blanco y negro y los tonos de gris, y esa falta de interés por lo nuevo? ¿Es eso lo que las mujeres echaban en falta en él, y su mujer en particular? ¿El color, la apertura?


Sr. Brisuón: ..mañana?...eso depende de usted...